
Soledad que agrieta las horas, que vacía el alma de recuerdos, en el espacio azul del verso va tiñendo de ocasos, de sombras. en un tiempo de ausencias con descolorida nostalgia; dentro...muy dentro... los latidos que se apagan como este tiempo sin brújula; más...más adentro... el dolor que oscurece, que desnuda, que hiere. Los muros fantasmales callan a esta soledad que avanza y va agrietando muy...muy adentro... de la piel...hasta el alma, hasta perderse en el infinito y más adentro...yaces tú en una tumba sin epitafios en el sueño púrpura del recuerdo.
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