
Y como no soñar contigo cada noche y como no pensar en ti cada mañana, como no pedirle a Dios en mi alborada que te traiga a mi en la madrugada.
Eso es prácticamente imposible porque me hierve la sangre en las venas, me va quemando las arterias y haciendo inmensas a mis penas.
Y como no soñar un mundo nuevo en donde las distancias se diluyen, ver reflejado en el espejo los sueños que poco a poco se construyen.
Para mi aún queda una esperanza de hacer mis sueños realidades y como no soñar con mis verdades si tu y yo aún tenemos un pacto.
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