
Le di mi amor de mujer y no el de una cualquiera, del dolor pude emerger para que un día me quisiera.
Entregué mi cuerpo y mi boca para que de ella bebiera, fundirnos como una roca y en mis ojos se perdiera.
Amor que sale del alma y se anida en el corazón, amor que entrega la calma la dicha y también la razón.
Amor de mujer hermoso que entra por las pupilas y sale en sudor por los poros, de la penca de miel se destila.
Es un amor tan perfumado con olor a hierba fresca como yo nadie jamás ha amado a alguien que no lo merezca.


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