Existen varias explicaciones a esa redondez tan atractiva, pero hay dos que son más aceptadas por la ciencia, una erótica y otra más prosaica. Esta última procede de la proctología –la rama de la medicina que se ocupa de las enfermedades del recto–, según la cual los glúteos son la tapadera del ano. Su forma redonda serviría para impedir literalmente la salida de malos olores.
Otro par de senos.
Por su parte, el zoólogo británico Desmond Morris sugiere en su obra El hombre al desnudo que los mamíferos repiten ciertas formas en varias zonas de su cuerpo para aumentar las posibilidades de atracción erótica desde perspectivas diferentes.
Así, en el caso de nuestra especie, los labios carnosos femeninos reproducen la forma de la vulva para atraer al hombre y las nalgas imitarían con el mismo fin los redondos senos, más irresistibles cuanto más prominentes
Un abrazo
Jesús