
En este lugar de ensueño, cuantas veces repito yo. Donde se besan el cielo y el río, y entre los árboles escondido, el horno de Callejón.
Esta vista de maravilla, recorre de orilla a orilla, donde el duende descansó. Y en las riberas de Andalucía, no hay ribera como la mía, donde el sultán se bañó.


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