Todo sufrimiento humano,cada rostro,cada mirada
que se vuelve hacia Él encuentra el reflejo
de su propio sufrimiento...aunque no lo comprenda.
Es la infinita solidaridad de Cristo con-nosotros y de donde nos viene la fortaleza
y la esperanza del triunfo del Bien sobre el Mal.
Ni el mal ni la muerte tienen la última palabra.
Mas allá del Misterio,
la Resurrección de Cristo es la prueba.
Aunque esa prueba
escapa a
telescopios y microscopios
humanos.
Quetal