
pulir una piedra de arena
tallar un palo en silencio
oír la rompiente en el muelle
y el golpe del viento en el trapo del bote
y el canto del fuego en el leño
y el vino llenando la copa
abrir la ventana y alisar la manta
oler el café y beberlo escuchando
la voz ahuecada del bosque
relevar la isla
con ella
su mano en tu mano
paso junto a paso
sentir en el cuerpo la gloria del aire
descubrir la vida con cada mañana
y armar como un Robinson
la tibia guarida del alma
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