
Una guitarra brama una guitarra suspira una guitarra habla a la hembra del viento.
Flamenca
A capella las cuerdas envuelven tus manos con esa vuelta de gracia en furibundo erotismo.
Resplandece gitana en una sentida soleá impúdica luz indeterminada borda tu cuerpo en filigranas
Como ebrio el encanto tentación en torno a ti en un arranque sin igual hace crepitar tu blasón
Y tus mil volantes confunden sus alas acarreados por el duende de la magistralidad
Tu furia sin furia genio y volcán, con un mortero de lava el manto del aire palmea bajo tus pies
Ritmo febril encrespado en plenitud.
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