Zumo. Ha de prepararse justo antes de tomarlo, ya que en caso contrario pierde sus antioxidantes.
Té. Para preparar el té es mejor que el agua no llegue a hervir, ya que de esa forma sólo lograrás que tome sabor amargo y que se queme.
Si utilizas algún té negro, es mejor que si el agua hirvió, esperes unos minutos antes de colocar el saquito o la bolsita de seda.
Si en cambio queremos preparar una rica taza de té rojo o verde,
es mejor darle un poquito de tiempo al agua, ya que no debería exceder de los 80º C. Luego convendría dejarlo reposar un rato antes de tomarlo. De esa forma, tomarás un exquisito té, con todo su sabor y sus beneficios.
También es bueno que sepas que los tés negros, verdes o el mismo té blanco, sólo se diferencian en los tiempos de recolección. De la parte que se recolecta además se diferencian en el tipo de tratamiento que se le realiza, y eso será lo que luego proporcione su especial sabor, aroma y color.
Yogur o leche. Aportan una parte del calcio que debemos tomar a lo largo del día. Si se prefiere, se puede añadir fruta al yogur en vez de tomar el zumo. El yogur natural queda muy rico con manzana, fresa, platano, melocotón, pera, piña, etc. También puede tomarse un vaso de leche en vez del yogur, que aporta más calcio por ser mayor el volumen.
Tostada. Tuesta el pan en el tostador y añade la cucharadita de aceite de oliva y una pizca de sal.