
Cuando intuyo tu mirada
a través del brillo del mar,
divago descalza por la orilla
atrapo la brisa que respira el viento
Rasgo la bruma de tus aguas
que visten de nácar todo mi cuerpo,
bailo con el vaivén de tus olas
y el eco de tu canto
Sentir tu suave susurro
cada mañana, acariciando mi espalda,
jugueteando con mi pelo,
me incita a sumergirme
en tu aroma cada noche.
