Columpio mi deseo
adelante y atrás
con el placer de la duda
buscando el tesoro
que una y otra vez
recuento a solas
en mis ojos con ilusión,
en tu carne que no me da calor
un amo sublime
devorada por la oscuridad
de este cuerpo sin animal
columpio mi deseo
hasta hacerlo el único
moviéndose dentro
donde todo se inflama
cuando me tiembla el alma
al sentir de nuevo
ese vértigo del reencuentro.

