
Me acuerdo de aquellas rosas
bañadas de luz de Mayo,
siempre que miro las flores
que florecen a mi paso.
Me acuerdo de aquellos versos
con ilusión rimados,
envueltos en armonías,
mirando al cielo estrellado.
Recuerdo mis pensamientos
ingenuos, puros y castos,
como si tuviesen alas
hacia los cielos volando;
sobre la fuente y el río,
sobre las rosas de Mayo,
sobre el azul de la mar,
sobre la estela del barco...
¡El alma se vuelve niña,
recordando, recordando...!
Dí, poeta, ¿porqué lloras,
si aun ves el alba de Mayo?
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