Dicen que son juegos de niños, pero quizás alguno arranca una sonrisa.
¿En qué se parece un cocinero a un submarinista? En que los dos pasan los huevos por agua.
¿En qué se parece un abogado al mar? En que ambos tienen costas.
¿En qué se parece un detective a un circo? En que los dos tienen pistas.
¿En qué se parece un elefante a una cama? En que el elefante es un paquidermo y una cama es “paquiduermas”.
¿En qué se parece la bolsa de valores a una criada? En que la bolsa tiende a subir y la criada sube a tender.
¿En qué se parece una homilía a una minifalda? En que cuanto más cortas más atención se les presta?
¿En qué se parecen un médico y un fugitivo? En que el médico ausculta y el fugitivo se oculta.
¿En qué se parecen los garbanzos y las mujeres? En que los garbanzos se ponen en agua y las mujeres enaguas.
¿En qué se parecen el Papa y un látigo? En que los dos hacen cardenales.
¿En qué se parecen los hombres a los músicos? En que ambos vienen, tocan y se van.
¿En qué se parece un joyero al planeta Saturno? En que ambos tienen anillos.
En qué se parece el opio a un trapo sucio? En que el opio es tabaco chino y el trapo sucio estaba cochino.
¿En qué se parece un barco, un gangster y la familia? En que el barco y el gangster atracan. … … ¿Y la familia? Muy bien, ¿y la tuya?
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