¿Sabías por qué llamamos PIROPO a una lisonja, a un requiebro?
Los hay galantes, curiosos, graciosos y hasta groseros.
El término piropo proviene de pyr, ‘fuego’ en griego, y ops, ‘ojo, vista’ en griego y viene a decir algo así como ‘mirada de fuego’. Estos piropos, que no son más que frases, más o menos encendidas, que alaban públicamente la belleza de una mujer, son más o menos políticamente correctos dependiendo del lugar y la época.
Algunos ejemplos:
¡Tú con esas curvas y yo sin frenos!
¡Muñeca! ¿De qué juguetería te escapaste?
Si yo fuera pirata, tú serías mi tesoro.
¡Quién fuera bizco para verte dos veces!
Quisiera ser gato para pasar siete vidas a tu lado.
También pueden alabar otras cualidades aparte de la belleza y, por supuesto, no siempre van dirigidos a las mujeres.