"Dios es testigo; ni buscamos gloria de los hombres;
ni de vosotros, ni de otros,
aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.
Antes, fuimos tiernos entre vosotros,
como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.
Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios,
sino también nuestras propias vidas;
porque habéis llegado a sernos muy queridos.
Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga;
cómo trabajando de noche y de día,
para no ser gravosos a ninguno de vosotros,
os predicamos el evangelio de Dios.
Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios,
de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros,
la recibisteis no como palabra de hombres,
sino según es en verdad, la palabra de Dios,
la cual actúa en vosotros los creyentes."
(Carta de Pablo a los Tesanolicense)
QUETAL
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