Adolecencia
En el balcón, un instante nos quedamos los dos solos. desde la dulce mañana de aquel día éramos novios.
-El paisaje soñoliento dormía sus vagos tonos, bajo el cielo gris y rosa del crepúsculo de otoño-.
Le dije que iba a besarla; bajó, serena, los ojos y me ofreció sus mejillas como quien pierde un tesoro.
-Caían las hojas muertas, en el jardín silencioso, y en el aire erraba aún un perfume de heliotropos-.
No se atrevía a mirarme; le dije que éramos novios, ...y las lágrimas rodaron de sus ojos melancólicos.
D/A
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