El silencio acerca la distancia
en una soledad
que cree que la oscuridad
afirma la esperanza.
Nada.
Todo vuelve a repetirse:
el ir y venir bajo las luces tenues,
aquella mirada que se extingue sin perdón,
el vacío del abismo
en un adiós desesperado
de morir
perdiendo las horas.
Jamás volveré a verte
dando vida a mi soledad de cuentos;
serás ceniza en el fin,
en el latir de mi amor,
en el día terminal...
Después...
la vida borrará los contornos
de aquel amor inmóvil
y sólo quedará un olvido
que clamará
en los umbrales de la noche.