*Solamente pasaba diez minutos con el amor de su vida, y miles de horas pensando en él.
*No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.
*Deja de pensar en la vida y resuélvete a vivirla.
*Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desea.
*Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.
*En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo.
*Existen derrotas, pero nadie está a salvo de ellas. Por eso es mejor perder algunos combates en la lucha por nuestros sueños que ser derrotados sin siquiera saber por qué se está luchando.
*Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio.
*Cuando quieres algo, todo el universo conspira para que realices tu deseo.
*Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él.
*Las decisiones de Dios son misteriosas, pero siempre a nuestro favor.
*No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros.
*Dios es él mismo, aunque tenga mil nombres; pero tienes que escoger uno para llamarlo
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