El tiempo no espera a nadie, así que: deja de esperar hasta que pierdas o ganes cinco kilos; hasta que los hijos se hayan marchado de casa; hasta el viernes por la noche o hasta el lunes por la mañana; hasta que hayas comprado una casa nueva o hasta que la hayas pagado; hasta el próximo verano, primavera, otoño, invierno... ¡No hay hora mejor para ser feliz que pensar en términos del ''AHORA MISMO''! En la vida, además, tenemos un sin fin de posibilidades de ser felices. Están ahí a nuestro alcance. Solo necesitamos reconocer y aceptar que las tenemos, que podemos aprovecharlas y escoger una o más de ellas que nos interesa para ir trabajándola e integrarla en nuestra vida.
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