¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén!
El Señor ha retirado las sentencias
que pesaban sobre ti
y ha expulsado a tus enemigos.
El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti:
ya no temerás ningún mal.
Aquel día, se dirá a Jerusalén:
¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos!
¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es victorioso!
El exulta de alegría a causa de ti,
te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría, como en los días de fiesta.
Yo aparté de ti la desgracia, para que no cargues más con el oprobio."
Profeta Sofonías, 3, 14-18
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