La esencia del Mensaje.
Por eso en la vida hay varias lecturas de un mismo hecho, ¿ y cuál de estas lecturas es la Verdadera?. La lectura que hago de mi ¿ es la verdadera? o la que por miedo o por estado egoico de hacer de mi. Y desde dónde me estoy observando; desde qué punto me observo. Bajo qué estado cultural, mental, o emocional, espiritual o material, me observo y si soy yo el que me estoy observando o si es el mensaje de la cultura que se da en ese momento, que me está dando un nivel de observancia.
Descubrir la Identidad de cada uno de nosotros es lo fundamental, es un trabajo artesanal. La señal llega a cada ser humano, como la imagen. Así como cada quién veía la mano más chica o más grande y otros ni siquiera la ven; de acuerdo al observador, mas esto no significa que al no ver la mano, ésta no exista.
Nosotros somos partes del mensaje Es como los miedos, cuando se adquiere conocimiento, se adelgazan los miedos. El trapecista da unas piruetas enormes en el circo; con una actitud psicomotora extraordinaria, y nos preguntamos ¿ pero, no siente vahído, no siente pánico? No. Es como una interpretación del movimiento que hace a la acción humana. ¿ interpretamos nuestro propio movimiento?. Este es el problema ¿interpretamos nuestras propias emociones? Esta es la cuestión para no desequilibrarnos, como el trapecista en el trapecio.
Vayamos a la realidad, todos nosotros vivimos desde que nacemos, mas en estas sociedades, colgados del trapecio. Vamos a ir a lo material, a lo telúrico, la incertidumbre económica, física; la incertidumbre de la incertidumbre, la inseguridad de las inseguridades. Somos una incertidumbre y somos una inseguridad, llegamos al fin de nuestros días diciendo, "Me pasé la mitad de la vida preocupándome de cosas que no me sucedieron nunca". Los miedos, las larvas espirituales, los bloqueos, nos encierran. Por eso decían "Vive el aquí, hoy y ahora. "El pan nuestro de cada día". Por eso digo: Hay que trabajar sobre los miedos, y los miedos se trabajan a través de la fe y la esperanza, mas no por medio de una esperanza ciega, sino por medio de una esperanza despierta.
Nosotros somos carteros. Venimos de otras vidas con un mensaje. Somos el transporte del mensaje en si mismo y el mensaje en si mismo de nosotros para otros y de nosotros para nosotros mismos. Somos la carta que se escribe y la carta que se da. La carta está cerrada, no sabemos si nos trae una tristeza o una alegría; una buenaventura o una desdicha. Hay que abrir el sobre, hay que abrir el corazón, hay que abrir el pensamiento. Luego leamos el contenido, aunque creamos saber lo que hay dentro de la carta. Esta es una carta a la vida, es una carta mágica, que se cierra y se abre en cada segundo cuya lectura es distinta en cada segundo. Cuando se habla del Mensajero de la Paz, del Amor, de la Luz; en verdad nosotros somos mensajeros de la Paz, del Amor y la Luz, mas no solo de la luz visible, sino también de una Luz invisible; como no somos buenos traductores de lo escrito en la carta, entonces no sabemos qué es lo que estamos llevando en conocimiento, en sí mismo del sí mismo y del Creador. La vida es transito y es mensaje. Es un día abrir el sobre y encontrar una buena noticia ¿y cuál es la buena noticia? TU ERES. TU ERES EL MENSAJERO Y TU ERES EL MENSAJE.
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