La disfunción eréctil se produce por razones orgánicas, psicológicas y por otros factores como la edad, el tabaquismo, el cansancio, el estrés, las bebidas alcohólicas y los psicofármacos.
Un veinte por ciento de la diabetes es de origen psicológico; y el ochenta por ciento es por causas orgánicas.
Las causas orgánicas pueden ser: problemas vasculares (40%); diabetes (30%); medicamentos antihipertensivos o antiulcerosos (15%); intervenciones quirúrgicas, como por ejemplo operaciones de próstata (6%); enfermedades neurológicas y endócrinas (8%).
Estas cifras revelan que la diabetes, que es una enfermedad que se puede controlar, es una de las principales causas de la disfunción eréctil.
A veces, la disfunción eréctil es el síntoma que permite el diagnóstico de la diabetes, ya que uno de cada dos diabéticos tipo II, no saben que la padecen.
En Estados Unidos, de un 59 a un 75% de los diabéticos padecen de disfunción eréctil, trastorno que puede aparecer de una manera gradual y hasta tardar años en instalarse y hacerse crónico.
Sin embargo, con un control, los diabéticos pueden evitar los problemas sexuales.
Los factores orgánicos afectan a los diabéticos de dos modos: alterando los nervios que estimulan el proceso de la erección, que hace que disminuyan los reflejos; y por falta de un normal flujo de sangre al pene, debido al daño que produce la glucosa alta en los vasos sanguíneos.
Un 50% de los pacientes que sufren disfunción eréctil presenta un anormal flujo de sangre en el pene, lo que impide lograr la erección; y a esto se suma la destrucción de pequeños vasos, que reducen aún más la afluencia de sangre y de oxígeno en los tejidos.
Hay que destacar que el hecho de ser diabético no significa ser impotente. Se trata solamente de una de las complicaciones que tiene la diabetes, de manera que cuanto más controlada esté menos trastornos orgánicos puede causar; porque la diabetes bien controlada puede permitir una buena calidad de vida y también una satisfactoria función sexual.
Cuando los niveles de glucosa en sangre no se controlan, la diabetes produce graves consecuencia vasculares y neurológicas, que además de disfunción eréctil pueden poner en riesgo la vida.
Existen varios tratamientos para la disfunción eréctil, una vez conocida la causa de este problema.
Si se trata de un trastorno psicológico, la recomendación es realizar una psicoterapia con un terapeuta especializado.
Si la dificultad es de origen orgánico, existen distintas soluciones según la afección de que se trate.
En el caso de presentar el paciente un trastorno hormonal el tratamiento es con hormonas; y en los casos de problemas vasculares y neurológicos existen también tratamientos específicos.
En el último de los casos se pueden realizar cirugías o implantes peneanos mediante prótesis de distinto tipo.
La disfunción eréctil, si bien es cierto que puede dificultar la relación sexual, no significa que impida concebir, ya que el semen es fértil.
En el caso de los diabéticos, se debe estar bajo estricto control médico y aprender a hacerse el automonitoreo diario del nivel de glucosa en sangre.
El glucómetro es un aparato de sencilla y segura aplicación que permite que el paciente diabético tenga autonomía y pueda manejarse en forma independiente, tanto con respecto a la dieta como al control de la medicación y de la insulina.
La disfunción eréctil puede ser la señal de alarma que permite consultar al médico con rapidez, quien de esa manera podrá hacer la derivación necesaria que beneficiará tanto al paciente como a su pareja.
Fuente: “Diabetes”; Colección salud y alimentación; No.5, 2011; “Hombres con diabetes”; Entrevista al Dr. Sergio Mario Aszpis, médico endocrinólogo del Hospital Durand, docente de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Favaloro.