Un héroe anónimo es alguien capaz de superar las dificultades de su vida y de dejar una huella que sirva de influencia positiva para los demás.
El héroe sigue adelante a pesar de los problemas, sin sentirse víctima ni echarle la culpa a otros.
Todos tenemos a un héroe en nuestro interior pero pocos se dan cuenta de ello.
Los seres humanos han sobrevivido como especie por su gran capacidad de adaptación. Como individuos, millones han tenido que adaptarse a situaciones difíciles, como guerras, terremotos, catástrofes, accidentes, despidos o pérdidas tanto afectivas como económicas. Sin embargo, un ser humano siempre encuentra la fuerza necesaria para superar hasta lo que parece imposible.
El héroe es el que puede amarse a si mismo y también a los demás; no se queja, se hace responsable de su vida y de sus actos y pone todo su empeño en seguir adelante a pesar de la adversidad.
Un héroe tiene motivos para vivir porque su vida tiene el significado que él le ha dado.
Para ser un héroe, no es necesario lograr una epopeya colectiva ni el reconocimiento de los otros, sino tener la fortaleza para hacer de la propia vida un éxito e influenciar positivamente a los demás.
Un héroe es un buscador interno y externo, tiene plena confianza en sí mismo y en su capacidad para recuperarse de los fracasos, puede ser auténtico porque acepta la vida como es sin alardear ni preocuparse por las modas y puede ver más allá de las apariencias.
Los héroes son personas que se transforman en guías, porque son sabios, pueden comprender que todo lo que pasa es para aprender, para conocerse mejor y poder cuestionarse sus propias convicciones para tener la posibilidad de cambiar positivamente para seguir creciendo.
Un héroe no trata de ser mejor que los demás sino simplemente ser quien es con humildad. La humildad permite derribar las barreras del ego y descubrir el mundo interior.
El crecimiento personal es lo que hace sentir al héroe, pleno y feliz, porque no tiene miedo y puede dar lo mejor de si mismo.
El héroe está disponible y atento en su vida cotidiana, pero también se toma tiempo para él, es honesto y sabe escuchar, tiene seguidores pero no súbditos, no obliga sino persuade, es fuerte y justo.
Reconoce que tiene defectos pero está seguro que es una persona única e insustituible que merece ser amado.
El héroe anónimo es el que no teme a la incertidumbre porque cree que el porvenir es otra oportunidad, otra etapa del proceso de vivir; y solamente no aferrándose al pasado puede abrirse plenamente a lo nuevo.
El héroe no tiene todas las respuestas pero sin embargo sigue adelante aunque no siempre logre una total comprensión de todo.
El amor es la fuerza del héroe y en ello reside su grandeza, no niega su dolor ni su miedo, puede mirar su sombra de frente sin excusas, ponerse en el lugar de otro y sentir compasión.
El héroe es capaz de estar solo y aprender de ello, sin tener necesidad de ocultarse detrás de sus ocupaciones ni evadirse con distracciones.
Y sobre todo, un héroe no nace, se hace.
Fuente: “Héroes cotidianos”, Pilar Jericó.