Hay un lugar en el mundo, que me lleva con el, me transporta, me despierta, por sus pueblos, me moja de mediterráneo, me roba los suspiros, acelera mis latidos, y me llama con fervor. Hay un lugar en el mundo, que se adueña de mis sueños, que se pega a mis ojos , hasta inundarse de lágrimas. Hay un lugar en el mundo, que vive en mi pecho, y grita mi nombre. Hay un lugar en el mundo, de un rojo carmesí, como el color de mi sangre, y la pasión con que nací.
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