¿Por qué estás silenciosa? ¿acaso es tu amor
Una planta tan deleznable y pequeña,
Que el simple aire de la ausencia lo marchita?
Escucha gemir la voz en mi garganta:
Yo te he servido como a regia Infanta.
Soy mendigo que amores solicita,
¡Oh limosna de amor! piensa
Que sin tu amor mi vida se quebranta.
¡Háblame! no hay tormento peor que la duda:
Si mi amoroso pecho te ha perdido
¿No te conmueve esta triste imagen?.
¡No permanezcas a mis ruegos muda!
Que estoy más desolado que, en su nido,
El ave a la que blanca nieve cubre.