El arzobispo Carlo María Viganò, secretario general del Vaticano, fue noticia en Italia en 2011 cuando fue intempestivamente trasladado a Estados Unidos. Meses después los diarios Corriere della Sera y Libero publicaron extractos de las cartas que envió al papa Benedicto XVI, en los que denuncia casos de “corrupción” y un desorden desbordante en la administración vaticana. Viganò expresa en las misivas su preocupación y considera que el retiro de su cargo sería un “veredicto de condena” y una “sanción”. Según el prelado, las obras del Vaticano se entregaban siempre a las mismas empresas, con tarifas que suelen ser el doble de las aplicadas en otros lugares, y en diciembre pasado una operación financiera causó una pérdida neta de 2,5 millones de dólares. ¿Algún parecido con lo que pasa en Colombia?