
Pudo ser en Mayo como en junio,
cuando aquella bella flor de mi rosal
se despertó y en mi pecho adornó.
De sus pétalos se abrió toda su dulzura,
porque era la rosa de los ensueños,
y de su hermosura me fasciné, en sus
pétalos la besé. Esta bella rosa que
en su tallo silvestre creció e yo de
su belleza me enamoré.
Que bonita parecía en la caída de la noche
y por el brillo del rocío que desprendía,
una lagrima se me escapó y en sus pétalos
se quedó, como prueba de amor hacía a
la rosa que he soñado.
¡Hay! Mi rosa adorada, de mi corazón
te arrancaron, porque ya no había rosa
hermosa, no es porque no te amaba,
es que alguien te llevó, como una bonita
flor perfumada, y mi corazón sufrió por
no poder tenerte cerca de mi, a la rosa
que tanto he amado.


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