De suave terciopelo y sol radiante Del jardín de lo abstracto, marco dorado Padre amado que esperas Ramilletes de lirios para mi has cortado Los guardo en mi memoria Y en papel pintados, con color púrpura suave Y hermoso rayo dorado.
Dulce perfume impregna mi lecho adormecido Estaré yo soñando? No, es cierto que has venido Y te vi caminar, tu cuerpo bien erguido Con tu corazón joven, aquel verde camino Sueño? No, realidad para mi ha sido La gran PAZ que dejaste en mi corazón dormido Guardar sol, terciopelo y el perfume del lirio Es cual la vida y muerte, profundidad de abismos
Y yo sé que viniste, aunque algunos lo nieguen No importa que no crean, para mí, tu existes Mi corazón de niña guarda aquella memoria Y yo te sigo viendo, como en espejos De una radiante y clara aurora. Recuerdo yo aquel día en que sin un adiós te fuiste Fue confusión completa te llame y no me oíste Entraban y salían como sombras oscuras
Ya nadie me miraba, lloraban y gemían En total ignorancia no comprenden, no saben Que tu misión aquí, estaba ya cumplida Con inocente enfado, mi mente preguntaba Buscaba en sus miradas pero no te veía Dejabas un lugar de penas y alegrías Volabas a un jardín de bello colorido, Mis lirios recogías.
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