Cierto día, un padre y su hijo, venían por la dehesa de cuidar el ganado con su burrito.
En el camino el padre se sentó encima del burro, mientras el hijo tiraba de el.
Cuando se cruzaron con una señora y viendo la estampa, ésta dijo:
.-¿ Pero como un padre, puede obligar a su hijo a tirar del burro, mientras el va cómodo a lomos de este ?. ¡¡Es vergonzoso que un padre consienta tal cosa !!.
Ellos dos se miraron avergonzados, y se cambiaron los puestos.
Siguiendo el camino, estando el hijo sobre la bestia, y el padre tirando de el., se cruzaron con un arriero que viendo la estampa dijo:
.-¿ Pero como un padre puede ir a pie tirando de un burro, teniendo un hijo tan fuerte y joven?. ¡¡ Es vergonzoso que un hijo consienta tal cosa !!.
Ellos se volvieron a mirar avergonzados, encontrando como única solución a las criticas, ir los dos a pie.
Continuando el sendero, se les cruzó un peregrino que les dijo:
¡¡ Me parece increíble, que teniendo un animal de tan buen porte, tengan los amos que ir a pie pudiendo ir a lomos de este !!.
El padre y el hijo se volvieron a mirar, sin saber una vez mas el que decir al respecto, creyendo que ir los dos en los lomos del burro, seria una buena idea.
Ya a mitad de camino, estando los dos a lomos del animal, se cruzó un cura, que viendo la estampa les dijo:
.-¿ No les da vergüenza ?, ¡¡ que un pobre animal, ya mayor, tenga que soportar el maltrato de sus amos, teniéndolos que llevar a lomos, desde vaya usted a saber donde !!
MORALEJA:
Haz lo que creas que es correcto.
Como hagas caso a los demás,
podrás acabar llevando el burro a hombros.
Seamos pues nosotros mismos
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