Cuando Prometeo, el benefactor de los hombres, robó el fuego para dárselo a los mortales, Zeus se enfadó tantisimo que tramo una cruel venganza.
Venganza que aún hoy sufrimos.
A petición de este, Hefestos moldeo una bella mujer con arcilla, Atenea la doto de elegancia y Hermes de sensualidad y dotes para la manipulación. Cuando estuvo creada, Zeus le dio vida, y la envió a casa de Prometeo.
Éste, al verla, se enamoró de ella. Pero Pandora no viajaba sola, sino que con ella llevaba una caja llena de desgracias y males para los humanos, y también todos los bienes. Se dice que antes no había enfermedades ni calamidades.
Pandora, llevada por su curiosidad abrió la caja, dejando escapar su contenido. Los males se quedaron con los humanos, y los bienes subieron al Olimpo.
Asustada, cerró deprisa la caja dejando aún dentro la Esperanza.
Apresurada corrió a consolar a los mortales con el mensaje de que aún nos queda la Esperanza.