
Soledad, dulce y amarga compañía,
compañera leal y sincera,
la que siempre escucha y siempre espera,
a la que podemos llamar "Amiga"...
Podremos dejarla en el olvido,
puede que por mucho o poco tiempo,
pero por más que la alejemos de nuestro lecho,
no dejará de ser nuestro abrigo.
Aunque parezca absurdo, debemos agradecerle,
porque cuando creemos estar solos ella nos acompaña,
nos brinda frío y calor de una manera extraña,
y por más que una persona la olvide, nunca deja de quererle.
Muchos dicen que la soledad es el peor enemigo,
argumento que no se puede negar,
solo debemos saber hasta que punto llegar,
cuando nos indica el mal camino.
Por eso se dice que cuando llegue a tu puerta,
la recibas con aprecio y no con desdén,
de nosotros depende el que venga para mal o para bien,
y cuanto tiempo la dejemos estar cerca...