Temo que el silencio acuda a mi mano aprisionando y rompiendo las letras. Sé que entonces tomaré la senda del paso cansado y vacilante. No quiero llenar el tiempo de cosas, pero sí impregnar las cosas de mí. Antes tristeza que acomodo, dolor que indiferencia. Prefiero el negro intenso antes que el gris.
Un iceberg derrite mi pensamiento.
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