Me lancé al vuelo sin pensar, daba igual la caída, o el choque con escarpadas rocas. Volaba hacia un sueño, el más bello. Lo hice parte de mi vida, se entretejió en mi alma con lazos fuertes de transparente de gasa.
Los problemas se retiraban a mi paso, llevaba conmigo mi aliada, la esperanza. No tenía el color verde con que la pintan, era irisada.
Fui espectadora de las secuencias de la vida, la veía pasar en una cómoda butaca.
Apareció como una ráfaga de viento que a su paso deja todo caer. No se puede atrapar el viento, y me volví espacio para poder sentirlo.
Caminó por mi alma de aprendiz, dejando hermosas huellas doradas a su paso. He conocido los parajes más hermosos de la vida. Sé que aún queda mucho por recorrer, o quizá nada; pero llevaré su sonido, esa melodía lejana que te va dando fuerza ante cualquier peligro, que te hace elevarte sobre los obstáculos.
No hallo aún donde posarme, pero al hacerlo, sé que me envolverá el recuerdo, y ya no temeré al frío
¿He cometido errores? ¡Todos! ¿He perdido los días? ¡Muchos!; pero tengo un paisaje, una figura, un beso, una caricia…Un sentimiento.