5 Maneras de buscar la felicidad
¿Qué es la felicidad?. Eso depende de a quién se lo preguntas.
Aunque para algunos de nosotros la felicidad son unas Topper de lona, las personas que viven en los países ricos parecen estar más satisfechos con su estilo de vida en general.
Por ejemplo, el 82% de la población de Dinamarca describe su vida como próspera. Por otro lado, en la nación africana de Togo, sólo el 1% de las personas entrevistadas consideran su vida como próspera. Además de Dinamarca, otros países con gran riqueza, como Finlandia, Suecia, Holanda y Noruega, tienen satisfechos a sus ciudadanos ofreciendo cobertura completa en sus necesidades básicas, incluyendo educación y atención médica gratuita, de gran nivel.
Un país que, obviamente, parece fuera de lugar en las listas es Bután. Esta pequeña nación asiática ocupa el lugar ocho en la lista de los lugares más felices en la Tierra, a pesar de tener una tasa de analfabetismo del 53 por ciento y un muy bajo PIB per cápita [Fuente: Business Week].
Entonces, ¿qué hace diferente a Bután?. Por un lado, está en gran medida sin explotar, gracias al turismo y la inmigración controlada cuidadosamente. Bután es también muy espiritual, con las raíces del budismo profundamente arraigadas en la cultura del país y la vida cotidiana.
Aparte de mudarte a Bután, ¿que puedes hacer para asegurarte tu propia satisfacción?.
Sigue leyendo para conocer más ideas acerca de cómo buscar la felicidad en tu vida.
Dejar de obsesionarse con la apariencia
La belleza es subjetiva en todas partes excepto en la televisión. Para la mayoría de la gente, la idea de la belleza viene de lo que ven en la pantalla: las personas delgadas, ropa ajustada que siempre se ve preciosa, la piel brillante y el pelo radiante.
Lo que en la TV no te dicen es que para los actores y actrices, verse bien es parte de su trabajo. Les pagan por ser bellos, tener entrenadores personales, peluqueros y maquilladores a su alrededor. Para ellos, el mal aspecto requiere esfuerzo.
A pesar de que ver un bello rostro en un espejo puede hacerte sonreír, no es la llave para la felicidad a largo plazo. La lucha por la perfección puede aumentar el estrés, que a su vez te quita el sueño, lo que acentúa las arrugas de tu piel…
Así que la clave para lucir mejor es dejar de obsesionarse con la apariencia. Céntrate en estar saludable, cuidar de ti mismo y perder peso por tu salud, no por amor a la belleza.
Deja de buscar imperfecciones y concéntrate en tus mejores características. ¿Puedes nombrar cinco cosas acerca de tu cuerpo que te gustan?. Si la respuesta es no, empieza a trabajar en una lista.
Haz lo que te gusta para vivir
Este puede ser un proceso complicado.
Si odias tu trabajo, podría ser el momento para un cambio. Más y más personas están cambiando de carrera después de los 40 (o incluso 50), y muchas de esas personas están regresando a la escuela para iniciar una nueva carrera.
No hay ninguna razón por la cual debas permanecer en un trabajo que odias. Y con la economía actual, cada vez más personas están cambiando de carrera, simplemente por necesidad.
Así que es momento para encontrar un campo en el que disfrutes más. Tal vez has estado en puestos de trabajo de oficina durante toda tu vida y te das cuenta de que no eres realmente el tipo de saco y corbata.
A pesar de que podrías no ser capaz de renunciar a tu trabajo actual, pasa un par de horas a la semana investigando y estudiando para hacer lo que te gusta de a poco.
Pasa tiempo con tus seres queridos
Las personas más felices suelen tener sistemas de apoyo existentes. Algunos tienen fuertes lazos familiares, y otros una red de amigos cercanos.
No se trata de la cantidad de gente que te rodea, sino de tener unas pocas personas en las que puedas confiar en tiempos difíciles.
El escritor Richard Bach dijo una vez: “El vínculo que te une a tu verdadera familia no es de sangre, sino de respeto y alegría por la vida del otro. Es raro que los miembros de una familia crezcan bajo el mismo techo”.
Si no fuiste bendecido con una familia en la que puedes apoyarte, sal y crea tu propia familia de amigos que te hacen sentir bien.
Una vez que tengas la gente adecuada en tu vida, cultiva esas relaciones. Es mucho más fácil perder a un amigo que hacer uno. Mantente en contacto con tus seres queridos, ofrece simpatía y aliento, y llámalos, no sólo cuando necesitas algo o estás buscando apoyo.
Tómate un tiempo para tus amigos, incluso si esto significa programar tu agenda.
Tener una práctica espiritual
Aunque muchas personas encuentran un gran consuelo y felicidad en su religión y su relación con sus iglesias, sinagogas, mezquitas… no tienes que ser religioso para ser espiritual. La espiritualidad tiene que ver con lo que hay dentro de ti.
Tener un sistema básico de creencias puede hacer más fácil superar pruebas de la vida y los desafíos.
Este mundo interior te conecta no sólo con otros que comparten las mismas creencias, sino también a ti mismo, a tu propia energía y la sensación de propósito. No hay manera correcta o incorrecta para lograr esta conexión.
Puedes orar a tu dios, puedes meditar, o puedes dedicar unos minutos cada día en silenciosa contemplación. O puedes tratar de mantener un diario de tus sentimientos y observaciones. Evita hacer un diario acerca de lo que hiciste en el día, y céntrate en lo que te trajo momentos de paz o felicidad, y cómo te sentiste durante momentos de estrés o ansiedad.
Relacionarse con la naturaleza es otra forma de ser espiritual. Un tranquilo paseo por el bosque o unos pocos minutos en la playa al atardecer pueden ayudarte a volver a conectarte con la naturaleza.
No importa si se trata de una pagoda budista o una iglesia cristiana. Pasa unos minutos en tu interior para volver a conectar con uno mismo y absorber el silencio a tu alrededor.
Ayudar a otros
Dar a los demás te puede dar una sensación de propósito y de enriquecer tu vida. Ya sea que donas tiempo, dinero o servicios, no es tan importante como el hecho de que estás ayudando a otros a tener una vida mejor.
Ayudar a los demás no tiene que ser grandes acontecimientos que cambian la vida tampoco. Pasear al perro de un amigo enfermo, visitar a un vecino anciano o ayudar a un amigo a dejar de fumar, pueden aumentar tu sentido de bienestar.
Pequeños actos de bondad no requieren mucho tiempo o esfuerzo, pero pueden hacer años luz de diferencia para ti y para los destinatarios.
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