Me desperté en la mañana, como temblando de frío, y descubrí que a mi lado, estaba el lecho vacío, y titilando en tu almohada, había un papel escrito, donde decía, Dios mío, lo que menos esperaba. Que el amor y la pasión, que por ti yo profesaba, nada más te molestaba, y no era correspondido. Yo no quise llorar, preferí evitar que el frío invadiera ese calor que dejaste al lado mío. En ese lecho te amé, en esa cama viví, si se me va tu calor, estoy dispuesto a morir. Nunca te saldré a buscar, si vuelves me encontrarás, borrachito aquí por ti. En ese lecho te amé, en esa cama creí en los momentos de amor que tú lograbas fingir, si me pudiste engañar, fue porque lo quise así, sigo borracho por ti. Me desperté en la mañana, tu sitio estaba vacio. Pero aún sentía el calor de tu cuerpo junto al mio. Ahora me abrazo a tu almohada, tu perfume me ha invadido, y hasta escucho palabras de amor, que me dijiste, al oido. En ese lecho te amé, en esa cama viví, si se me va tu calor estoy dispuesto a morir. Nunca te saldré a buscar, si vuelves me encontraras, borrachito aquí por ti. En ese lecho te amé, en esa cama creí, en los momentos de amor que tú lograbas fingir, si me pudiste engañar, fue porque lo quise así, sigo llorando por ti
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