Sevillana soy y a Sevilla amo,
jardín de España,
la vivo, la siento, la llevo en mis entrañas,
desde la infancia,
no puede, no podría ser de otra manera,
es Sevilla ,
mi sangre, mi alma, mi esencia entera
es fragancia…
luz y calor de vida, amor y tierra.
Por el fragor y la pasión hacia ella,
por Sevilla,
se hacen los latidos de mi corazón,
versos y letras,
que rugen y dan fuerza a este poema,
Sevilla,
es vida, calor, sabor, luz y alegría,
música y poesía,
es dulzura, belleza y armonía.
Eso es mi bendita Sevilla
vida, amor y tierra
que al alma de los que a ella llegan,
de por vida,
sin remedio ni reservas, conquista
y en su corazón se queda.
Vida...
de gentes alegres y sencillas,
bañadas y de gala vestidas
con su luz y cielo,
perfumadas y sumergidas
en aromas de rio y serranía,
alegría de vida
que es semilla blanca, pura y limpia
de paz y justicia.
Amor...
que impregna y entra en la piel
como el azahar,
aroma que envuelve y perfuma su aire
entrando en mi ser,
elevando las ansias y deseos de amar.
Tierra...
fecunda, de fiesta, ruido, y pasión,
orilla del Gualdaquivir,
donde un ángel se hizo madre y me parió,
en ésta, mi Sevilla
cuya luz es el brillo y la sonrisa de Dios.