Dos señoras se encontraron después de un buen tiempo sin verse y una le pregunta a la otra:
¿Y cómo están tus hijos, Margarita y Francisco?
- Ay querida, Margarita se casó muy bien. Tiene un esposo maravilloso:
El se levanta de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, prepara el café en la mañana, lava los platos y ayuda en la cocina. Le tiene una
muchacha que le limpia la casa, le compra coche nuevo cada año, la lleva de viaje dos veces al año. Después de todo es muy bueno en su trabajo. Un amor
de yerno, gracias a Dios.
- ¡Que bien, querida amiga! Y tu hijo Francisco, ¿también se casó?
- También se casó, pero tuvo mala suerte. Su matrimonio anda muy mal...
Imagínate que él tiene que levantarse de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, hacer el café en la mañana, lavar los platos y tiene que ayudar
en la cocina! Y después de todo esto sale a trabajar para conseguir el sustento, pagarle una chacha que le limpie la casa, lo fuerza para que salgan de viaje dos veces al año, y lo peor!! quiere coche nuevo cada
año..... pobre hijo mío, es una mala mujer!