Cada mariposa es una réplica plástica
de una obra divina pintada por Miguel Ángel
ó Rembrandt, así como cada ser humano
nacido de la creación divina;
llenan de color el espacio, alegrando el día,
van transportando polen de felicidad
de muelle en muelle, de la primavera al amor.
He aprendido a estar enamorada un millar de veces
por esa luz que entra por las ramas, por el regalo
que nos sorprende en cualquier instante,
vivo las pequeñas cosas con grandeza, te admiro a ti,
te aprecio, te amo ¡si a ti!
De ese modo me amo, me siento viento: libre, sonrosada,
ataviada con divertidas y multicolores mariposas
que llegan a todos curando heridas y creciendo en bondad
con su cálida mirada de plata
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