Un solo de trompeta inunda el mundo,
un abismo de aire, amor, vida, olvido
.
El mundo es un bastidor donde se borda
con hilos de oro y plata,
de encanto y desencanto, de ternura
y odio
.
Te disuelves como el humo
fuera de mis limites.
Quiero beberte a sorbitos plácidamente
mientras la noche se desploma
en el atrio del templo
punto neurálgico del corazón,
país olvidado, civilización
sepultada en el continente Africano
.
Quiero ser Taj-Mahal no desaparecer
nunca en el recuerdo histórico,
afianzarme a tu escultura
para pasearme por la tierra contigo
.
Desdoblo y paso página
escribiendo el día a día
en que se me hace jirones
la piel por amarte mas vida mía
.
La voz de tu verso
transporta el beso
que nunca llegó
ni siquiera a rozarme el pelo
.
Déjame tu risa fresca,
para que no enmudezca
la mirada serena
y goce en mi tristeza
.
Hazme jirones
con esos ojos embaucadores,
aunque perezca de amores,
prefiero que no me quieras
a que me abandones
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