
Teniendo sangre granaina no puede faltar en mi mundo, mi tierra querida, Granada, desafortunadamente no puedo viajar a esta tierra tánto como me gustaría, pero siempre la llevo conmigo, asi que , a tí Reina del Hechizo te dedico estas pálabras.
Ya desde el siglo XIII se describe a Granada como ciudad de gran belleza y centro de cultura. Al contemplarla el viento nos trae a la memoria el recuerdo de las palabras de Al-Saqundi, que decía: «Granada es pasto de los ojos, elevación de las almas», o de Ibn Yuzayy que así hablaba de ella: «no tiene sentido prodigarse hablando de una ciudad tan renombrada», o de Al- Basit que la describía de esta forma: «Es lugar de reunión de personajes ilustres, de poetas, de científicos, de artistas; están en ella los mejores hombres de nuestro tiempo».
Su nombre actual proviene del árabe Medina Garmata, puesto en honor a la fruta del mismo nombre que allí abunda. Fue capital del antiguo reino de Granada, y en la actualidad es la octava urbe en población de España.
Entre sus barrios más antiguos cabe destacar el Albaicín, donde vivían los artesanos y la nobleza, o el Realejo, asentamiento de la población judía. También son de considerable interés el Sacromonte, Zaidín-Vergeles, la Chana, el Almanjávar y la Cartuja. Poblada por íberos, romanos, visigodos, beréberes, sirios, árabes y finalmente hispanos, es crisol de culturas, lo que sin duda se ve reflejado en su arquitectura y su patrimonio artístico. Esta riqueza histórica hace de ella un punto de encuentro turístico imprescindible.

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