Es fácil que en nuestro Universo fráctal, nadie nos haya enseñado a distinguir cómo pequeñas gotas de agua se densifican, cristalizando cual diamantes que irradian su belleza y su luz.
Tal vez, seria bueno únicamente... prestar atención.
Es fácil que no nos fijemos siquiera en una ínfima y preciosa gota de agua, que contiene en su cristalina sencillez, toda la sabiduría del Universo, guardando en su transparencia todos los secretos.
Si, es muy fácil que no valoremos todo lo que una simple gota de agua atesora en su interior!
Si te atreves, detén un instante el tiempo, y contémplala cómo si esa ínfima gota fuera el tesoro...
No dudo... su cristalina y éterea consistencia vibrará en lo más hermoso de tu CORAZON.
Qué suerte cuando nuestro centro se estremece!