El cocodrilo no puede sacar la lengua, la jirafa no puede emitir sonidos, el león no puede estar despierto más de 5 horas, el pavorreal no puede volar, aunque tenga más plumas que ninguna ave, el elefante no puede saltar, el delfín no sabe nadar despacio, la araña denominada viuda negra no sabe de respeto a su pareja, ya que devora al macho en cuanto termina de copularla, el lobo no le teme al pero lo evita, el oso le teme al hombre aunque no lo evita, la morsa le teme al hombre y también lo evita, y el perezoso no sabe defenderse.
El anfibio más venenoso es la rana denominada flecha venenosa, de Colombia. La serpiente taipán es la más venenosa en tierra, pero la más venenosa del mundo no se arrastra sino que nada en el mar, es la Hydrophis, cuyo veneno es cien veces más potente que el de la taipán. El ave más venenosa, y la única que existe, es el pitohui encapuchado de Nueva Guinea. El pulpo de anillos azules es el molusco más mortífero, mientras el ornitorrinco y la musaraña son los dos únicos mamíferos venenosos.
Cuando tiene hambre, el gorila saca su lengua, el chimpancé enseña sus dientes, el orangután se rasca la cabeza, la hiena le lame la cara a la hiena alfa, la avispa se agita en círculos, el tapir exuda por el lomo, el rinoceronte sacude el piso con sus patas. El humano se sienta a la mesa, busca en la nevera, llama a la pizzeria, o se tira un opíparo banquete, o se va a la cama sin comer, al menos es la suerte de 600 millones.