Existe una relación entre la migraña y la alergia alimentaria. La cefalea es una reacción del organismo frente al contacto con sustancias que identifica como tóxicas, entre otras explicaciones probables.
Hay alimentos que presentan un efecto inflamatorio. Entre los alimentos que pueden ocasionar problemas, se pueden mencionar el chocolate, el café negro, los quesos duros, alimentos enlatados especialmente los pescados, las harinas refinadas, el plátano, las frambuesas, las cerezas, el kiwi o el exceso de alcohol.
Las ensaladas es mejor ingerirlas sin ningún tipo de condimento. Las carnes, preferiblemente se deben comer asadas o al horno. Sustituir la salsa de tomate en las pastas por especias como la albahaca o una crema de champiñones.
Llevar una dieta sana aliviará las jaquecas. Distinguir los alimentos que las producen es fundamental para poder disminuir las crisis que a veces pueden ser muy intensas y desagradables a punto tal de bloquear a la persona y hacer que no pueda continuar con sus labores diarias.
“Para poder determinar cuáles son los alimentos que hacen daño, aconsejo a mis pacientes que lleven un registro diario de las comidas que ingieren porque es la única manera de poder saber cuáles son exactamente los alimentos comprometidos que hay que descartar.
También es importante apuntar cómo es el dolor de cabeza si muy intenso, duradero o pasajero”, aconseja el profesional.
Una correcta alimentación combinada con el ejercicio físico atenuará mucho el cuadro adverso. La actividad física contribuirá a descargar toda la tensión y el estrés que también son factores que ayudan a la aparición de las migrañas.
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