La medicina integrativa comenzó a desarrollarse hace algunos años. Consiste en la integración de la medicina tradicional occidental con los métodos de la medicina china, como la reflexología, la acupuntura, la fitoterapia y la homeopatía y otros métodos como la gimnasia del cerebro y el reiki; por considerarlos los médicos, menos invasivos y menos cruentos que los tratamientos tradicionales y porque muchos pacientes han perdido la confianza en los recursos de la medicina.
Los métodos de la medicina tradicional china, que tienen más de cuatro mil años de antigüedad y que han sido aceptados y reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ser practicados en hospitales de todo el mundo; utiliza para los tratamientos, distintas técnicas, entre ellas, terapias con hierbas medicinales, ejercicios físicos, respiración, dieta alimenticia, masajes y acupuntura.
Estos tratamientos suelen contribuir a mejorar el estado de salud de los pacientes; no dependen de la creencia, y no exigen el abandono de ningún medicamento recetado por el médico tradicional.
El fundamento de esta medicina milenaria es que el cuerpo es una manifestación energética y la base es la teoría del yin y del yang, energías negativas y positivas que representan los opuestos; y la teoría de los cinco elementos, que son el agua, la tierra, el metal, la madera y el fuego.
La energía vital o “chi”, que es la que regula el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual de un ser humano, puede ser influenciado por las energías opuestas “yin” (negativa) y “yang” (positiva).
Para la medicina tradicional china, el cuerpo se enferma cuando se encuentra alterado el flujo de energía “chi” y se produce un desequilibrio de las fuerzas “yin” y “yang”; teniendo en cuenta las leyes fundamentales que gobiernan el universo, el organismo humano y su relación con el ambiente.
La Reflexología consiste en la estimulación de distintas zonas del cuerpo, llamadas reflejas, que se encuentran en manos, pies, nariz y orejas; y se fundamente en el supuesto de que esta forma de estimulación puede influir en otras partes del cuerpo relacionadas y mejorar la salud en general; siendo los pies la zona que se estimula más comúnmente.
La explicación neurofisiológica es que todas las partes del cuerpo están relacionadas entre sí; la información sensitiva que se percibe en los pies llega a la médula espinal, la cual transmite esa información al cerebro y desde allí al órgano enfermo.
Cuando un órgano está enfermo produce una estimulación nerviosa que llega hasta los receptores cutáneos produciendo dolor localizado.
Estas zonas del cuerpo que se encuentran alteradas pueden generar acumulación de toxinas o pequeños cristales que pueden disiparse actuando sobre el músculo o la zona cutánea.
La acupuntura consiste en la inserción y rotación de agujas, o bien en la utilización de conos de artemisa encendidos sobre la zona afectada, para calentar el sitio donde se siente el dolor.
Se trabaja sobre los centros energéticos del cuerpo para aliviar bloqueos de energía y restaurar el equilibrio del cuerpo para recuperar la salud.
Desde 1979, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la acupuntura como un tratamiento terapéutico eficaz y económico para mejorar distintas dolencias.
La homeopatía se basa en el supuesto de que lo similar se cura con lo similar, o sea, que una dolencia se cura con lo que causa los mismos síntomas, en dosis altamente diluidas en agua. Cuanto más diluido esté un ingrediente activo en agua, más potente resulta.
El Reiki (que significa equilibrio de la energía) consiste en la imposición de manos para lograr el equilibrio energético, supuestamente alterado, mediante la canalización de la energía vital universal.
Aunque se haya probado que la eficacia de estos métodos no superan los resultados de un efecto placebo, este tratamiento igualmente está siendo utilizado en algunos hospitales y clínicas en todo el mundo.
La gimnasia del cerebro consiste en ayudar a restablecer el funcionamiento del cerebro mediante la práctica de 26 ejercicios sensorio motores fáciles que mejoran la memoria y la atención. Cada ejercicio se relaciona con diferentes zonas del cerebro y lo pueden realizar personas desde los cuatro hasta los ciento cuatro años, para cualquier dificultad, problema o bloqueo de aprendizaje.
Actualmente la Medicina Tradicional China está incluyendo métodos de la medicina científica occidental en sus tratamientos, principalmente para el diagnóstico, siempre que no resulten invasivos.
Fuente: TN Ciencia.