El ego puede ser nuestro peor enemigo, alejar a nuestro amante y atentar contra la posibilidad de tener amigos.
Hay alguien oculto en la mente de cada uno, una especie de “alter ego” que controla nuestra mente y orienta nuestras intenciones y acciones, que puede darnos un disgusto.
El ego oculto inconsciente que está en la mente, trata de confirmar todo lo que cree y no deja entrar nada nuevo que se oponga a eso.
De esa manera defiende celosamente su postura y siempre quiere tener razón.
Para poder liberarnos de la esclavitud del ego hay que comportarse en forma consciente, evaluando la realidad de aquí y ahora sin prejuicios; solamente de esa manera podemos ser dueños de nuestros pensamientos.
Hay personas que dicen que no pueden comunicarse, sin embargo todos nos comunicamos de alguna forma, la diferencia es qué es lo que nos reporta nuestra comunicación.
Hay quienes tienen la habilidad de decir las peores cosas de buen modo y hacerlas sonar como positivas en tanto que están los que hasta los halagos le salen ofensivos.
Existen quienes cuando se enojan cortan la comunicación y se hacen más daño a sí mismas que a los demás; a veces por cuestiones relacionadas con su ego infantil oculto.
Es difícil estar con alguien que de pronto se queda mudo aparentemente sin ninguna razón que conozcamos, sin embargo, se puede manejar esta situación si tenemos paciencia, respeto y preguntándole, con la esperanza que nos conteste.
El ego oculto a veces nos traiciona y hace que nuestras palabras contradigan lo que decimos con los gestos.
El ego “alien”, que es egoísta y egocéntrico es haragán y no quiere molestarse, por eso comunicarse no se trata de una habilidad sino de la responsabilidad que tenemos con los demás.
El “alien” interno es indómito y tiránico y puede controlar la comunicación y la vida de una persona.
Cuando en lugar de dos somos cuatro virtuales en una discusión, el problema puede estar en que cada uno se encuentra disociado, por un lado tiene que servir al ego y por otro al sí mismo.
Si una persona tiene una sola manera de pensar y puede controlar a su ego oculto, la comunicación se mantendrá en buenos términos, aún cuando haya alguna discordancia.
Fuente: “Tu y yo somos cuatro”; Joan Elías