Trabajar de voluntario en instituciones hospitalarios cambia la visión del mundo para siempre y lleva a valorar las cosas de otra manera.
El trabajo voluntario exige estar bien con uno mismo, porque no se trata de encontrar un espacio para solucionar los propios problemas sino la oportunidad de ayudar, de ejercer la vocación solidaria.
Pero el deseo de ser útil a los demás en forma desinteresada, no se reduce al ámbito hospitalario sino que se extiende a otras instituciones que están al servicio de la población, como por ejemplo el cuerpo de bomberos voluntarios, que desde hace diez años también incluye mujeres.
La Fundación Banco de Alimentos también realiza una obra de ayuda para los que menos tienen con la colaboración de cientos de voluntarios que se ocupan de distribuir los alimentos a los destinatarios.
En este caso, los voluntarios tienen la satisfacción de ser testigos del circuito que recorre la mercadería, desde que la reciben hasta que la distribuyen. De esta forma tienen que interesarse por las necesidades de los comedores comunitarios; y ese contacto con otras realidades, les cambia por completo a todos, el modo de ver las cosas.
Los médicos sin frontera es otro desafío profesional y humano que puede cambiarle la vida a una persona para siempre. Se comienzan a valorar otras cosas que antes se daban por sentadas, y son tan enormes las necesidades que se aprende a renunciar a la idea de cambiar el mundo y se acepta participar en los logros más pequeños que unidos a otros podrán producir en el futuro los grandes cambios que se necesitan.
Greenpeace es otra organización dedicada al cuidado del medio ambiente que cuenta actualmente en Argentina con quinientos voluntarios activos y con 25000 que participan en acciones puntuales. Como la mayoría de los voluntarios reconocen que hay muchas maneras de ayudar, que no es necesario enarbolar ninguna bandera ni levantar ningún cartel sino que lo importante es aportar el granito de arena propio y las ganas de colaborar con el cambio.
Hay muchas organizaciones en las cuales se puede participar como voluntario, lo principal es tener el deseo de ayudar y estar dispuesto a cumplir con el compromiso, manteniendo esa decisión en el tiempo; como la Fundación Si, quienes se encargan de incentivar la inclusión social, que hoy en día tiene proyección federal y continúa creciendo; y la Fundación Techo, que intenta superar la situación de pobreza que viven las personas en asentamientos precarios, en América Latina y el Caribe, con la colaboración de sus pobladores y de jóvenes voluntarios.
“Fuente “LNR”; “Argentinos que valen oro”; 09/2012.