Como funcionan los sistemas de alarma hogareños
Quieres a tu familia y bienes protegidos de cualquier daño, ya sea de una intrusión a la casa o un incendio. Afortunadamente, la protección del hogar se ha vuelto más sofisticada, y al mismo tiempo más sencilla.
Los sistemas de alarma en las casas traen paz a la mente, lo que garantiza la seguridad de la familia y la propiedad, mientras que disuade a los posibles intrusos. Desafortunadamente, la mayoría de la gente considera tener un sistema de alarma sólo después de un siniestro.
El tipo más común de protección para el hogar es la alarma. Las alarmas tienen sensores que están conectados a una unidad de control a través de un cableado de alta tensión, o una banda estrecha de radio-frecuencia, que interactúa con un dispositivo de respuesta.
Los tipos más comunes de sensores indican la apertura de una puerta o una ventana, o detectan humo. La mayoría de los sensores infrarrojos son para uso exclusivo de interiores. Los sensores externos están disponibles, pero son más costosos y no son a prueba de falsas alarmas.
Si hay un intruso, un sistema de alarma activo envía una señal a una central receptora de alarmas, que monitorea los sistemas cada minuto, de cada día. Si es necesario, la estación central avisa a la policía local para enviar un oficial a tu hogar.
Los sistemas de calidad combinan alarmas audibles y silenciosas activadas por sensores en toda la casa, no sólo en las puertas y ventanas. Se recomienda utilizar una combinación de tecnologías de sensores por cable e inalámbricos para conseguir un menor número de falsas alarmas. Algunas compañías no ofrecen la opción inalámbrica, a pesar de que es la más fácil de instalar.
Si no hay cableado pre existente, la conexión inalámbrica es una opción menos costosa porque los instaladores no tienen que perforar agujeros, levantar alfombras, ni tirar cables por toda la casa. Los sistemas inalámbricos sin embargo, requieren frecuentes cambios de baterías de litio para mantener su efectividad. Uno o dos repetidores inalámbricos pueden ser necesarios para conseguir una señal fiable.
El panel principal de un sistema de alarma se esconde en un armario o en el garaje. Es el “cerebro”, y escondiéndolo se reduce el riesgo de que un ladrón desactive el sistema. Un teclado se coloca en el interior de la casa, por lo general en la puerta principal, donde los residentes pueden “armar y desarmar” el sistema, a medida que entran y salen. Otro teclado cerca de los dormitorios, permite convenientemente activar el sistema durante la noche.
todosloscomo.com