El cuarzo rosa, la turmalina, los corales, las amatistas, las turquesas... Encuentra tu piedra ideal o elige aquella que deseas regalar a esa persona tan especial.
Sus formas caprichosas, su color, sus diferentes matices, su lugar de procedencia... cada piedra es un pequeño misterio y son muchas las creencias sobre sus propiedades y poderes. Se dice que algunas protegen, otras aportan equilibrio interior, otras influyen en la salud o incluso son capaces de interactuar en las relaciones afectivas. Mágicas o no, conviene conocerlas, al menos un poco... por si acaso.
Hay una gran cantidad de piedras y gemas preciosas o semipreciosas y, además, muchas tienen distintas tonalidades que hacen de éste un mundo realmente apasionante. Algunas de las que más pueden influir en nosotros y en nuestro entorno son las siguiente:
Alegría y bienestar, es algo común a la mayoría de las piedras de tonalidades azuladas especialmente aguamarinas (con sus bonitos destellos que recuerdan al mar) y turquesas, que pueden ir desde el azul celeste hasta los tonos verdosos. La turquesas, utilizadas desde la antigüedad por distintos pueblos y civilizaciones, aparecen en joyas y adornos y se cree que regalarlas es símbolo de amistad. Además, la turquesa es la piedra de la creatividad, perfecta para regalar a alguien que aprecie el arte en todas sus manifestaciones
El cuarzo es una de las piedras más apreciadas en sus múltiples variedades. Se le atribuyen importantes poderes curativos y la propiedad de aportar fuerza y energía al que la tiene cerca. No viene nada mal tener un cuarzo rosa en casa como elemento decorativo (su tono es muy bonito y agradable), ya que, es la piedra del amor “tranquilo”, de la armonía y el sosiego. Por: Mariola Báez Verdú » 24/11/2012
Por su parte, el transparente es uno de los más utilizados en las terapias que se basan en las propiedades curativas de las piedras. Este cuarzo es capaz de canalizar las energías positivas y “recargar” nuestros centros vitales, los llamados chakras.
El jade es otra de las piedras perfectas para estimular esas buenas vibraciones y conseguir el equilibrio interior. Se dice también que el jade verde, como otras piedras de ese color, entre ellas la preciosa esmeralda, son amuletos perfectos para atraer a la buena suerte y a la fortuna. Llevarlas en forma de joyas garantiza éxito en el trabajo y en los negocios.
El amor, la pasión e incluso el deseo sexual encuentran su máxima expresión en las piedras rojas. Un rubí o un granate estimulan los sentidos y pueden convertirse en un arma más de seducción y, si alguien te lo regala, sus sentimientos hacia ti están bastante claros. Si además, entra en tus planes quedarte embarazada no dudes en colocar en tu hogar un bonito coral rojo o llevar alguna joya que lo incluya (es símbolo de fertilidad).
La delicada piedra lunar (o de la luna), con su particular brillo, está especialmente relacionada con la mujer y con los sentimientos. Proporciona equilibrio y protección y se dice que potencia la intuición femenina (cualidad, en ocasiones, más que necesaria).
Resultan también muy llamativas las piedras oscuras, a veces de un intenso negro azabache brillante. Son poderosas y actúan como repelente de energías negativas. Onix, obsidiana o hematites son una excelente protección frente a celos, envidias y situaciones adversas en general. Igual que captan y rechazan la negatividad, son utilizadas en terapias alternativas para aliviar males y dolores (captando el mal en el punto de dolor y contribuyendo a aliviarlo).
Si estás buscando tu piedra de la suerte no olvides incluir entre las posibles un ágata, símbolo de amor y fortuna y un ojo de tigre, según dicen, la mejor protección frente al mal de ojo, una piedra sencilla pero de gran poder capaz de ayudar en tiempos difíciles (sobra decir que éste es un buen momento para hacerte con una).
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