Confia en mi
Mi hijo y yo decidimos flotar por el río Colorado
en una balsa.
Ese viaje fue dramático, puedo asegurarlo.
Comenzamos el viaje con dieciocho amigos, en un
lugar llamado Lee's Ferry. Cuando empezamos a flotar,
para llevar a cabo el viaje que duraría ocho días, alguien dijo:
- Bueno, todos estamos comprometidos.
Seguro que lo estábamos.
Al llegar el tercer día, hubo algunos que estaban
hartos del viaje.
Pero no podían hacer nada.
No había ninguna manera de salir de aquel
cañón, a no ser río abajo.
Había algunos lugares
extremadamente turbulentos a lo largo del río.
Por ejemplo, en Lava Falls la balsa descendió
verticalmente once metros por una distancia
de más de veintidós metros.
Cuando nos acercábamos a un lugar como
ésos, el capitán de la balsa, llamado Robin, decía:
- Éste va a ser uno bueno.
Lo que quería decir con eso, era: ¡Todos vamos
a quedar muertos!.
Finalmente, llegamos a
Kermit Falls, lugar que para nosotros fue el
más violento a todo lo largo del río.
De repente, pareció que Robin había perdido
el control de la balsa, justamente cuando
comenzábamos a descender por los rápidos.
La balsa cambió de dirección y comenzó a ir
de lado en el peor de los momentos.
Por un instante, me sentí tentado a saltar
fuera de la balsa.
Realmente, pensé que todos íbamos a morir.
Entonces escuché el estruendo del motor de la
balsa trabajando al máximo.
Me di cuenta de que Robin había cambiado
la dirección de la balsa a propósito.
Entonces vi una enorme roca que se había caído
desde las paredes del gran cañón.
Estaba sobresaliendo por encima del agua
en medio del río.
Por eso Robin había desviado la balsa.
Lo había hecho para que toda la fuerza
del motor pudiera empujarnos alrededor
de la peligrosa roca.
Si yo hubiera saltado fuera de la balsa, me habría
ahogado o podría haber sido aplastado
contra la roca.
"A aquéllos de ustedes que hoy en día están
cayendo por la cascada, les digo que resistan
la tentación de saltar fuera de la balsa.
Dios sabe lo que está haciendo. Él tiene su balsa
yendo de lado por una razón. Aunque, tal vez,
la reputación de usted haya sido arruinada, se
sienta deprimido y esté preguntándose qué debe hacer,
si escucha con atención podrá oír una voz que le dice:
-Confía en mí."
Del libro
"Cuando lo que Dios hace no tiene sentido"
del Dr. James Dobson