Pàgina principal  |  Contacte  

Correu electrònic:

Contrasenya:

Inscriviu-vos ara!

Heu oblidat la vostra contrasenya?

LA DANZA EN EL CAMINO
 
Novetats
  Afegeix-te ara
  Plafó de missatges 
  Galeria d’imatges 
 Arxius i documents 
 Enquestes i Tests 
  Llistat de Participants
 General 
 IMAGENES 
 ♠♥♠ PRESENTATE ♠♥♠ 
 NORMAS DEL GRUPO 
 ♦♦HISTORIA Y ARTE♦♦ 
 ♦♦♦FONDOS♦♦♦ 
 ♥♥♥POEMAS♥♥♥ 
 ☻BIOGRAFÍAS☻ 
 PARTICIPAR EN ARMONIA 
 FIRMAS DE AMALY 
 ESTA ES MI TIERRA 
 +++PINTURA 
 ♣EL SEPTIMO ARTE♣ 
 
 
  Eines
 
General: vivir
Triar un altre plafó de missatges
Tema anterior  Tema següent
Resposta  Missatge 1 de 2 del tema 
De: IKH@NN@  (Missatge original) Enviat: 15/08/2013 20:33
 

La vida son cuatro días y dos están nublados

El miedo a que los demás se burlen de nosotros, nos tomen por idiotas, o sencillamente nos juzguen erróneamente, puede alterar enormemente nuestro carácter y nuestra existencia. Vivir obsesionados por lo que opinen de nosotros los demás, es una ruina y una  desgracia lamentable.

¿Qué pensarán  de mí? ¿Se reirán si hablo? ¿Se burlarán de mi indumentaria? ¿ Se mofarán de mi acento?.  Son ejemplos de preguntas  habituales de quienes se mantienen fieles   a sentirse   ridículos.

Efectivamente, la ansiedad, el malestar y las reacciones que genera el miedo al ridículo en mucha gente, eliminan de raíz su espontaneidad y su gracia natural, consiguiendo en muchos casos el consiguiente hermetismo y la anulación de la verdadera personalidad.

Las personas con una predisposición mas elevada a parecer ridículos, son aquellos que se toman la vida demasiado en serio. Los que son capaces de reírse de las peripecias graciosas o extrañas de los demás, pero sobre todo de ellos mismos, gozan sin duda de un maravilloso antídoto contra la vergüenza y las sensaciones que los dejan en evidencia. 
  
Vivimos inmersos en un mundo veloz, donde todo se olvida casi instantáneamente, y donde  a los 15 minutos ya nadie recordará nuestras hazañas por absurdas que nos parezcan. Incluso encontraremos personas a favor  y en contra  cuando mas extravagantes nos parezcan las meteduras de pata.

Y es que en  realidad  nadie es ridículo, sino que se siente ridículo. Tal vez el truco consista en reírse tras la caída o el resbalón, y en apartar los dramas diarios. Ojalá que cada vez que nos sintamos ridículos, miremos a los demás en distintos  turnos (mañanas, tardes, noches) en todas las horas del día se repiten momentos que no deben parecernos vergonzosos, sino  alegres , raros, divertidos. 
Y ojalá que ya no  nos preocupe nuestra imagen o lo que piensan de nosotros, sino lo que en realidad somos y sentimos.

lamenteesmaravillosa.com



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Següent   Darrer  
Resposta  Missatge 2 de 2 del tema 
De: Amaly Enviat: 16/08/2013 07:39
Interesante mensaje.
Gracias por  aporte.
Gracias
Abrazos


 
©2025 - Gabitos - Tots els drets reservats